Mucha gente piensa que cepillarse los dientes y usar hilo dental es una forma de mantener una sonrisa radiante, pero ¿sabías que tu salud bucal también juega un papel crucial, y a menudo pasado por alto, en tu salud cardiovascular? Cada vez más investigaciones demuestran una fuerte relación entre la enfermedad periodontal y los problemas cardiovasculares. Exploremos cómo tu boca podría decirte más sobre tu bienestar general, tu salud cardíaca y posibles afecciones subyacentes graves.
Cuando las encías se inflaman debido a la acumulación de placa, las bacterias pueden ingresar al torrente sanguíneo y viajar a otras partes del cuerpo. Esto puede provocar inflamación en los vasos sanguíneos y aumentar el riesgo de afecciones como ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares. De hecho, las personas con periodontitis…
Protegiendo tu sonrisa y tu corazón
Cuidar tu salud bucal no solo mantiene tus dientes blancos y tu aliento fresco, sino que también es fundamental para proteger tu corazón. Las mismas bacterias que causan enfermedades de las encías pueden entrar al torrente sanguíneo y contribuir a la inflamación de las arterias.
															
															Pasos sencillos para una boca y un corazón más sanos
Cuidar tu salud bucal no solo te ayuda a mantener una sonrisa radiante, sino que también favorece la salud de tu corazón. Las investigaciones demuestran una fuerte conexión entre la enfermedad de las encías y las enfermedades cardíacas, lo que hace que la higiene bucal diaria y unos hábitos de vida saludables sean esenciales para el bienestar general.
- Use hilo dental una vez al día para limpiar entre los dientes y eliminar la placa y las partículas de comida.
 - Limpia tu lengua todos los días para eliminar bacterias y mantener el aliento fresco.
 - Cepille siempre suavemente sus dientes en círculos durante al menos dos minutos completos todos los días.
 - Cepíllese los dientes suavemente durante al menos dos minutos cada vez.
 - Reemplace el cepillo de dientes cada tres meses o si las cerdas se deshilachan.
 
Tu boca es más que una puerta de entrada: es un reflejo de tu salud general, incluyendo el estado de tu corazón. La conexión entre la salud bucal y cardiovascular es un poderoso recordatorio.